Un premio Nobel merecen quienes desarrollaron la tomografía de coherencia óptica, es un examen que contribuye significativamente al diagnostico de varias entidades morbosas. Es ademas tecnología amigable con el operador, que pienso debe ser el mismo oftalmologo para que se pueda extraer el mayor provecho de todo el potencial de este equipo, también es cómoda para el examinado, que solo tiene que ver una luz de fijación, en pocos segundos se hace la toma y se puede repetir sin complicaciones en la tolerancia del paciente. La mayoría de personas alguna ocasión han tenido un examen de tomografía axial computada y entienden la analogía de obtener una imagen de una "rodaja" de su cuerpo pero ahora en el ojo, con la ventaja de que aquí no existe exposición a radiación por lo que es absolutamente segura. Personalmente me sorprendo atestiguando como en ocasiones estas imágenes pueden ser tan esclarecedoras sobre la enfermedad del paciente, al ojo desnudo lo que parece una retina normal, resulta que esta muy hinchada, tiene un agujero o esta arrugada, entre otras posibilidades que originan la perdida de vision que atormenta al doliente que nos consulta, y que por fortuna ahora podemos ayudar de mejor forma con el uso de este dispositivo. La he encontrado valiosa para educar al paciente que duda sobre la necesidad de procedimientos profilácticos como la iridectomia periférica en casos de ángulo estrecho proclive al cierre, fundamentar nuestros argumentos con imágenes que el paciente pueda entender ayuda a que incline su decisión positivamente, muchas otras enfermedades pueden documentarse y hacer análisis de progresión, es sin duda valiosa herramienta y por eso ha quedado incorporada en el armamentarium de diagnostico del oftalmologo.
